Cafe Tabac

Caffe Tabac. Libertador y Coronel Díaz

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Caffe Tabac. Libertador y Coronel Díaz

Caffe Tabac
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Elegante esquina de Avenida del Libertador y Coronel Díaz, en la que se puede disfrutar, desde el té o café, hasta platos exquisitos.

Cafe Tabac. Libertador y Coronel Díaz

Los cafés en Buenos Aires tienen una gran tradición. Muchos de ellos siguen en vigencia y algunos han sido declarados patrimonio de la ciudad. Cafe Tabac es un tradicional café de Palermo

La historia secreta del cadáver de Eva Duarte empezó a develarse en una mesa de Tabac.

Cafe Tabac. Libertador y Coronel Díaz: el piso

En la elegante esquina de Avenida del Libertador y Coronel Díaz, barrio de la Recoleta en su exacto límite con el de Palermo, el Caffé Tabac adquiere, desde 1969, verdadero protagonismo urbano.

Av. del Libertador 2300
📞 Pedidos al 011 4802 1191
⌚️Todos los días de 10 a 23hs!

Este buen lugar tiene una clientela fiel, generalmente de la zona. Muchos habitués son saludados por los mozos con verdadera familiaridad. El salón se muestra muy luminoso. Todo es armonía.

Una interesantísima situación político-literaria ocurrió en el Café: la historia secreta del cadáver trashumante de Eva Duarte empezó a develarse en una mesa de Tabac. Una medianoche de invierno de 1989, Tomás Eloy Mártínez, autor de la novela Santa Evita, recibió un llamado telefónico. Era el coronel Héctor A. Cabanillas (luego en la novela de Martínez sería Tulio Ricardo Corominas), el hombre que había manejado el “Operativo Traslado” de los restos de Evita a lugar seguro. Se citaron en Tabac. Allí, Martínez se encontró con Cabanillas (Corominas) y con Jorge Rojas Silveyra, embajador en España en los tiempos de Alejandro Lanusse. Rojas fue el encargado de devolver a Perón el cuerpo de Eva después de décadas de silencio. Había otro testigo que la cautela del novelista decidió llamar “Maggi”. El autor recibió toda la documentación que tenían en sus manos, porque “el secreto los ahogaba”.

Respecto al salón del Café, los sutiles desniveles del cielorraso, en correspondencia con la barra, dan dinamismo al espacio. Las cuatro arañas de bronce con cuatro lámparas cada una, junto a las seis tulipas con vidrio esmerilado, los logos Caffé Tabac en las vidrieras y los dobles cortinas, rojizos unos y naturales otros, con detalles de pasamanería, colaboran con su presencia en el elegante clima del local.

Se puede disfrutar, bien acompañado, porque es para compartir, el Té del encuentro: café o té en hebras con leche y masas finas, brownies, tostadas, manteca, mermelada, rosca de nuez, budín inglés, torta, chip de jamón y tomate, tostado mixto, fosforito de jamón crudo y queso, medialuna de jamón y queso, más jugo de naranja.

Carlos un habitué dice que «El mejor, en definitiva el mejor café de principio a fin. Soy Colombiano y es la primera vez en Buenos Aires que un café me sabe cómo en mi tierra, fui en compañía de mi pareja y nos encantó todo de principal fin, la presentación de los platos todos simplemente IMPECABLE. El sabor de todo ni hablar quedé impresionado además el lugar es muy lindo y la atención 1A. Volveremos y los recomiendo».

Roberto opina que le café de Palermo es un «Buen lugar !! Alto nivel de precios, acorde al lugar y la zona. Buena calidad de productos. Buena atención. Recomendable !!»

Carmen una vecina de Palermo dice que «El lugar está muy bien ubicado, es precioso, y la atención fue excelente, pero nada de lo que pedimos me pareció que valga la pena. más allá de que la presentación de las cosas era buena y traía algún «extra» (ejemplo para el jugo: los sanguchitos; ejemplo para el café: chocolate y gomitas) nada de lo que nos trajeron nos pareció rico».

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