La cervecería de 1830 en Palermo de la familia Diehl

Publicado por

La cervecería de Palermo de la familia Diehl

La historia de la cervecería de Palermo, fundada por la familia Diehl, ha sido marcada por décadas de producción y transformación en Buenos Aires. Este emprendimiento, surgido en los albores del siglo XIX, destacó en el contexto de una ciudad en pleno crecimiento. El inicio de esta fábrica de cerveza se sitúa hacia 1830, cuando los hermanos Ernesto y Santiago Klappenbach llegaron a la Argentina y comenzaron a trabajar en la producción cervecera en sociedad con Santiago Diehl.

En el año 1831, Santiago Diehl, asociado con Klappenbach, adquirió un establecimiento que funcionaba como saladero en la parroquia del Pilar, barrio de la Recoleta. Este terreno, compuesto por dos áreas, fue el punto de partida para la creación de una fábrica de cerveza, cuyo éxito convertiría a Diehl en uno de los cerveceros más destacados de su tiempo. En 1839, Diehl asumió la propiedad total de la fábrica, consolidando el emprendimiento familiar que operó hasta 1875.

Antes de esta consolidación, en 1837, se encargó a Nicolás Descalzi la confección de un detallado plano de la zona que entonces se conocía como los “arrabales de la Recoleta”. En dicho plano, que documentaba las propiedades y chacras de la época, aparecía la fracción N° 25, de aproximadamente cuatro hectáreas, propiedad de «Capemblan y Cía.», una tergiversación del apellido Klappenbach, donde se encontraba la fábrica de cerveza ubicada en lo que hoy es la esquina de Avenida del Libertador y Ocampo.

La quinta de Klappenbach y Diehl se convirtió en un centro de producción clave. A través de su cervecería, Diehl proveyó cerveza a diversos establecimientos de la ciudad, ganándose una reputación como uno de los principales fabricantes de la bebida en Buenos Aires. Aunque existían otras fábricas cerveceras en la ciudad desde tiempos anteriores, la fábrica de Palermo se destacó por su calidad y su capacidad de abastecimiento.

Santiago Diehl, oriundo de la región del Rhin, fue un ejemplo de inmigrante emprendedor que, junto con su esposa Magdalena Bilger, logró consolidar una industria cervecera en un momento en que esta bebida apenas comenzaba a popularizarse en Buenos Aires. Tras la muerte de su esposa en 1841, Diehl continuó al frente de la cervecería, y en 1849 decidió retirarse, dejando la fábrica en manos de sus hijos Carlos y Agustín.

Durante la gestión de Agustín Diehl, quien asumió la dirección del negocio en 1849, la fábrica de cerveza continuó operando con éxito, a pesar de las dificultades que enfrentaba debido al abandono del camino a Palermo tras la batalla de Caseros. A lo largo de 27 años, Agustín dirigió la cervecería, enfrentando los desafíos de infraestructura y transporte, hasta que, en 1875, falleció. Sus herederos, que no respetaron su voluntad de que la empresa continuara bajo la administración de su esposa Luisa Uceda, disolvieron la sociedad y abandonaron el negocio cervecero.

En ese momento, Buenos Aires ya comenzaba a transformarse rápidamente, con la expansión del Ferrocarril del Norte, que atravesaba las tierras de la familia Diehl. Parte de esas tierras fue vendida a la empresa ferroviaria en 1875, marcando el fin de la propiedad de los Diehl sobre la fábrica de cerveza de Palermo.

La antigua cervecería, que abasteció a los porteños durante más de 40 años, dio paso a nuevas iniciativas empresariales, y su historia se inscribió en el marco de la evolución urbana e industrial de Buenos Aires. Tras la disolución de la cervecería, nuevos fabricantes como Bühler, Bullrich, Bieckert y Bemberg llevaron la cerveza argentina a competir a nivel internacional, estableciendo una tradición cervecera que perdura hasta el día de hoy.