Escultura de Cafferata: Los primeros esclavos de Buenos Aires.
Los primeros esclavos negros fueron traídos a Buenos Aires en 1587, apenas siete años después de la segunda fundación. Y se estima que hacia fines del siglo XVIII el 35% de su población era de esa raza. Sometidos a los peores trabajos, en la piel de muchos estaban las huellas del carimbado. Es decir: el herrado a fuego con la marca del “importador” y luego la del “propietario”.
La esclavitud, como institución jurídica, es una situación en la cual una persona es propiedad de otra. Así entendida, constituye una forma particular de relación de producción, propia de un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en la evolución de la economía. Carece de libertad y derechos propios por estar sometido de manera absoluta a la voluntad y el dominio de otra persona que es su dueña y que puede comprarlo o venderlo como si fuera una mercancía.
La escultura, del tamaño real de una figura humana, fue realizada por Francisco Cafferata, un artista nacido el 28 de febrero de 1861 en La Boca, un barrio por entonces con mayoría de inmigrantes italianos, como sus padres. Cafferata estudió dibujo con Julio Laguens y luego, en su adolescencia, vivió ocho años en Florencia, donde se formó con los escultores Urbano Lucchesi y Augusto Pasaglia. Su vida tuvo un trágico final: se suicidó el 28 de noviembre de 1890.
Pero entre sus muchas obras dejó “La esclavitud”, que realizó cuando tenía 20 años. Se hizo, como está grabado en su base, en la “Fundición de A. Jonis — Calle Malavia (sic) 434 — Bs. As.”. Y en 1882 fue exhibida y premiada con la medalla de oro en la Exposición Continental desarrollada en la Capital. El municipio porteño la compró en 1905.
La figura (un hombre de raza negra, desnudo) muestra sus muñecas encadenadas y aparece caída, en una actitud de total resignación. El equilibrio del trabajo, realizado en bronce, está rematado por la cabeza, de una gran belleza, y que merece apreciarse desde todos los ángulos. El artista consideró que aquella doliente imagen del esclavo no debía estar de pie sino abatida y llena de impotencia, reflejando su situación de persona vencida.
Los principales “mercados de venta de esclavos” en la Ciudad estuvieron en la zona de Retiro y del Parque Lezama. Aunque en 1813 hubo avances con la declaración de la libertad de vientres (determinaba que los hijos de esclavos ya nacían libres), la abolición total en la Argentina recién se logró con la Constitución Nacional de 1853. De todas maneras, 131 años después de su realización, la obra de Francisco Cafferata sigue allí en un sector del Parque Tres de Febrero, reflejando aquella situación que vivieron y sufrieron miles de personas.
Diferente es el símbolo que, cruzando la avenida Berro, se encuentra en la plaza Irán. Es la réplica de una gran columna como las que sostenían el techo de la Apadana de Persépolis, que era la sala de audiencias de los emperadores de la antigua Persia. Aquel edificio se comenzó a construir, por pedido de Darío I El Grande, cerca del 512 a. C. El capitel de la de Buenos Aires, a 20 metros de altura, está rematado por dos grandes cabezas de buey. Esta columna, realizada en piedra, fue donada por Irán a la Municipalidad de Buenos Aires el 12 de mayo de 1965, aunque recién se inauguró una década después. Pero esa es otra historia.
Francisco Cafferata (Buenos Aires, 28 de febrero de 1861 – 28 de noviembre de 1890), es considerado el primer escultor argentino y autor de varias obras destacadas.
Biografía
Nació en Buenos Aires el 28 de febrero de 1861, en el barrio de La Boca y era hijo de inmigrantes italianos.
Su primer maestro de dibujo fue Julio Laguens. En 1877 viajó a Europa y se instaló ocho años en Florencia formándose junto a los escultores Augusto Passaglia y Urbano Lucchesi. Expuso en el salón de Adriano Rossi su retrato del general Manuel Belgrano (1882), que obsequió al presidente Julio Argentino Roca, y realizó su escultura La Esclavitud (también conocida como El Esclavo), que actualmente se encuentra en los bosques de Palermo. Esta obra fue exhibida y premiada con medalla de oro en la Exposición Continental de 1882 en Buenos Aires. Al volver a Buenos Aires en 1885 trajo fundido su Monumento al Almirante Guillermo Brown, que fue inaugurado el 2 de febrero de 1886 en la localidad de Adrogué, y es considerada la primera escultura pública realizada por un escultor argentino. También realizó otros retratos conmemorativos, como los bustos de Bartolomé Mitre, Mariano Moreno y Bernandino Rivadavia (este se fundió tanto para la provincia de Salta como para la de Tucumán), el poeta José de Espronceda y el pintor José Bouchet.
En 1887 Cafferata contribuyó con 3 obras a la exposición organizada por las Damas de Misericordia en la Bolsa de Comercio.
El 28 de noviembre de 1890 se suicidó. Su obra Falucho (que había ganado en un concurso) quedó inconclusa, siendo terminada, con varias modificaciones, por su condiscípulo Lucio Correa Morales.
Los miembros del Ateneo le otorgaron una medalla póstuma en 1894.
En el Museo Nacional de Bellas Artes de la Argentina hay un retrato de él realizado por Augusto Ballerini, y también se encuentran sus obras La niñez de Giotto y Cabeza de esclavo.
Además de las nombradas, se destacó entre sus obras Cabeza de mulato, bronce del Museo Castagnino de Rosario.
Otras obras suyas integran el patrimonio de los museos Histórico Nacional, de Museo de Bellas Artes de La Boca Benito Quinquela Martín y Provincial de Bellas Artes de Mendoza.
Obras
La esclavitud
Estatuas de
Almirante Guillermo Brown (1886), bronce, Plaza Almirante Brown, Adrogué. Provincia de Buenos Aires.
Bernardino Rivadavia
Mariano Moreno
Juan Lavalle
Bustos:
Domingo Faustino Sarmiento
Bartolomé Mitre
La mulata
El mulato
José Espronceda
José Bouchet
La niñez de Giotto
Cabeza de esclavo
Monumento a José Eusebio Colombres
Cabeza de la República Argentina
El soldado argentino
Figuras funerarias:
Meditación
El dolor
Falucho (Proyecto de Cafferata). Finalmente la obra la realizó Correa Morales sobre bocetos propios.