Semana Santa
Hay quienes sostienen que comer chocolate es bueno para el cerebro; otros aseveran que ayuda a combatir el frío. En fin, siempre hay buenas excusas para saborear delicias de chocolate, y por qué no, huevos de Pascua.

La Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de la Pasión de Cristo, es decir, de la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Es la sexta y última semana de Cuaresma desde el Domingo de Ramos hasta el atardecer del Jueves Santo, entre el atardecer del Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua, denominado Triduo Pascual. Por eso, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo con el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (viernes de Dolores). La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril).
La celebración cristiana de Semana Santa este año caerá los días 14 y 15 de abril. Esta fecha es una de las más esperadas, ya sea por motivos religiosos o simplemente por la espera de un fin de semana extra largo de descanso.
Sin embargo, no todos los días dentro de la Semana Santa son considerados feriados. Al jueves 14 se lo llama día no laborable, es decir que en este caso el empleador puede optar si se debe ir o no a trabajar y el empleado no recibirá cambios en su salario.
En cambio, el viernes 15 si es considerado como feriado nacional por el calendario oficial. En este caso, si el empleador decide que sus empleados vayan a trabajar deberá pagarles el doble del valor del día.
Los días Sábado Santo y Domingo de Pascua también son considerados días no laborables, y aunque es menor la cantidad de personas que trabajan durante estos días, si el empleador opta porque sea un día laboral será como una jornada normal.

Los únicos que siempre están exentos de no trabajar en los días no laborables y pueden aprovechar el fin de semana XXL son losa trabajadores públicos, ya sea nacional, provincial o municipal, y los trabajadores de los bancos y seguros.
El fin de semana de Semana Santa es una celebración de la religión cristiana que conmemora la Pasión de Cristo que se narra en los evangelios. En los países devotos de esta religión, como Argentina, se celebra cada año entre los meses de marzo y abril.
Luego de este fin de semana, que será largo para algunos, quedan otros tres extra largo en lo que resta del año para disfrutar: del viernes 17 al lunes 20 de junio, del viernes 7 al lunes 10 de octubre y del jueves 8 al domingo 11 de diciembre.
Además, están los feriados inamovibles que caen los días 1° de mayo (Día del Trabajador), 25 de mayo (Día de la Revolución de Mayo), 20 de junio (Paso a la Inmortalidad del General Manuel Belgrano), 9 de julio (Día de la Independencia), 8 de diciembre (Día de la Inmaculada Concepción de María), 25 de diciembre (Navidad).
Y, por último, el feriado del 17 de agosto (Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín) se pasará para el 15 de agosto.
Un poco de historia.

El día de Pascua fue fijado por el Concilio de Nicea (siglo IV) el primer domingo de luna llena posterior al equinoccio de primavera, en el hemisferio norte, y en este día finaliza la cuaresma, en la cual los primeros cristianos tenían vedado comer carne de cualquier especie y huevos, que eran guardados cuidadosamente para ser llevados a la iglesia.
Entonces en la misa, después de haber encendido el cirio pascual, símbolo de la resurrección del Señor, el sacerdote bendecía los alimentos donados que cubrían los altares y repartía esas ofrendas entre los pobres.
Esto se convirtió en un simbolismo y los vecinos y amigos comenzaron a obsequiarse con huevos pintados y decorados, hasta que un francés comenzó a fabricar huevos de chocolate rellenos de confites. De aquí en más, algunos países hicieron el huevo de Pascua, un objeto tan hermoso como para justificar un evento. Por ejemplo, en Asturias se celebra la romería «de los huevos pintados», durante la cual se realizan concursos de esta simpática artesanía, y en los países escandinavos se organizan búsquedas del tesoro, escondiendo niditos rebosantes de pequeños huevos de chocolate, que los niños salen a buscar por los lugares más insólitos.
En la prehistoria
Se piensa que el origen de la tradición de comer huevos al finalizar el invierno es una reminiscencia de la Edad de Hielo. Tras el duro invierno, y cuando apenas quedaban provisiones, con la llegada de la primavera volvían las aves desde el sur (esto solo es aplicable al hemisferio norte) y empezaban a poner huevos, de los que se alimentaban los hombres hasta que podían volver a cazar con la llegada de mejores temperaturas.
En el cristianismo

El intercambio de huevos de Pascua de chocolate es muy extendido en Polonia, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Italia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y en ciertas zonas de México, viene celebrándose desde hace poco más de 8 siglos.
Por estas fechas las pastelerías comienzan a decorar sus escaparates con unos coloridos huevos de chocolate.
El hecho de asociar el huevo a la fertilidad y por coincidir la Pascua con la estación primaveral, estación fértil por excelencia, hace que se establezca por toda Europa como símbolo de la Pascua. De modo que rápidamente los pasteleros de época comenzaron a elaborarlos utilizando distintos ingredientes. Primero fue el azúcar, luego el chocolate.
En la Edad Media el intercambio de huevos se hacía con huevos de tortuga a los que se trataba la cáscara mediante diferentes procesos para decorarla. Muchas veces eran verdaderas obras de arte.
La costumbre de esconder huevos pintados en los jardines de las casas, para la alegría y regocijo de los niños que los encuentran, se sigue manteniendo en muchos países. Simboliza la persecución de Jesús por parte de Herodes y la intervencion de Dios para evitar ser encontrados. Curiosamente en los jardines de la Casa Blanca el día de Pascua se desarrolla una singular carrera de chicos que hacen rodar los huevos. Gana quien llegue más lejos y sin romperlos.
En Medio Oriente todavía se siguen intercambiando huevos carmesí, para recordar la sangre de Cristo. Los armenios los vacían y los decoran con imágenes de Cristo y de la Virgen. Y en Polonia y Ucrania por Pascua, hacen verdaderas obras de arte con cera fundida sobre su cáscara.

En el judaísmo
El Huevo de Pascua no aparece como un símbolo dentro de la costumbre judía. Sin embargo existe el simbolismo de utilizar un huevo duro dentro del plato (Keará) que se prepara durante el Séder de Pésaj, como una representación de la continuidad del ciclo de la vida (por su forma redondeada). Otro significado que se le otorga al huevo durante el Séder es el del endurecimiento del corazón de faraón Ramses II, que no permitía salir al pueblo hebreo de Egipto. Un tercer significado que se le atribuye al simbolismo del huevo, es el fortalecimiento que presentó el pueblo judío al lograr salir de Egipto durante el Éxodo.
El Huevo de Pascua como tal, no tiene relación alguna dentro de las tradiciones judías.
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