Museo Evita
El Museo Evita es un museo ubicado en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, que está dedicado a la vida y obra de Eva Perón, una figura política y social muy influyente en la historia de Argentina. El museo cuenta con una colección de objetos, documentos, fotografías y vestimentas que pertenecieron a Eva Perón, así como también exhibe información sobre su vida y su legado en la historia de Argentina.
El 29 julio de 1949, se fundó la rama del Partido Peronista Femenino. Aquí la constancia de la primera afiliada. pic.twitter.com/rqh4GaF8lB
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El museo se encuentra en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires, y fue inaugurado en 2002 en la que fue la residencia de Eva Perón en la década de 1940. El edificio es una casa de estilo colonial que ha sido restaurada y acondicionada para albergar la colección del museo.
El Museo Evita es un lugar muy interesante para los amantes de la historia, la cultura y la política, y es una visita obligada para aquellos que quieran conocer más acerca de la vida y la obra de Eva Perón y su impacto en la sociedad argentina.
El Museo se encuentra ubicado en el edificio que albergaba al Hogar de Tránsito N. 2 de la Fundación Ayuda Social Eva Perón, y ha sido declarado de «Interés Cultural y Patrimonio Histórico» por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y «Lugar Histórico Nacional» por el Poder Ejecutivo Nacional.
La comisión investigadora del 55 dijo de la Fundación Eva Perón : “Desde el punto de vista material la atención a los menores era múltiple y casi suntuosa. Puede decirse, incluso, que era excesiva».
Esto es lo que les molestaba del Peronismo. pic.twitter.com/4HpefCWrPI— Perón, el legado. (@LegadoPeron) February 21, 2023
El espacio cultural del Museo Evita se complementa con un Café restó ambientado en época, y una Tienda de recuerdos.
El Museo Evita abrió sus puertas el 26 de julio del 2002, al conmemorarse 50 años de su muerte. Y para celebrar estas dos décadas se exhibe una muestra especial que se suma a las de sus doce salas, y reflejan las distintas etapas de la vida de la abanderada de los humildes.
“Hace veinte años, un grupo de familiares, amigos y compañeros nos propusimos abrir un espacio que preservara la vida, obra e ideario de Evita. Así nació el Museo Evita, un espacio de puertas abiertas para todos los interesados en conocer los aspectos más íntimos de esa mujer común nacida en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, que desde muy joven viajó a la ciudad persiguiendo su sueño de ser artista, protagonizó una maravillosa historia de amor y coraje, y quedó para siempre en el corazón del pueblo argentino”, relata Cristina Álvarez Rodríguez, presidenta del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón y, además, sobrina nieta de Evita.
De casa familiar a hogar de tránsito
Ubicado en Lafinur 2988, en el barrio de Palermo, el museo fue primero una casona que tiene su propia historia. La construcción data de 1923 y fue originalmente un petit hotel de estilo francés, en dos plantas. Unos años después, la propiedad fue adquirida por la familia Carabassa, que en 1926 contrató al arquitecto Estanislao Pirovano para que la reformara y le diera un toque neo renacentista italiano- español, de acuerdo a la moda de la época y a los orígenes de la familia. La torre y el segundo piso fueron agregados en ese momento, dándole así su actual fisonomía.
En la casona vivió el matrimonio Carabassa con sus 11 hijos y luego la propiedad se puso en venta. En 1948 la compró la Fundación de Ayuda Social Eva Perón, y la transformó en el Hogar de Tránsito Nº 2, que albergaba a mujeres con o sin hijos, en estado de vulnerabilidad, y que provenían de todo el país con problemas de salud, vivienda o trabajo. Allí tenían asistencia material y espiritual, techo, comida y un espacio donde poder compartir con sus hijos. La mayoría se quedaba entre 8 y 10 días, pues en ese tiempo un grupo de trabajadores sociales, que analizaba caso por caso, solucionaba sus problemas.
El museo tiene vestidos, zapatos, sombreros y objetos originales que usó Evita. “Los textiles se cambian cada tres meses, pues los conservan con la luz y la temperatura adecuados”, asegura Maltempo. Uno de los vestidos exhibidos es el que lució en La pródiga, la única película que protagonizó Evita y que no pudo ser estrenada en el mercado comercial, en 1945. Quedó guardada y resguardada durante muchos años hasta que Raúl Alfonsín la hizo estrenar en el ‘83, con la vuelta de la democracia. Otra de las prendas es una capa Christian Dior que le regalaron a Eva durante la gira Arco Iris, adonde Perón la envió como Embajadora de Buena Voluntad, a una Europa de post guerra.
A través de un patrimonio sorprendente, los visitantes podrán conmemorar la vida de Eva Duarte.
El recorrido permite situar su vida y acción política en el contexto de la realidad social de su época, lo que facilita la comprensión histórica de los hechos de la Argentina de entonces.
El Museo se encuentra ubicado en el edificio que albergaba al Hogar de Tránsito N 2 de la Fundación Ayuda Social Eva Perón, y ha sido declarado de «Interés Cultural y Patrimonio Histórico» por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y «Lugar Histórico Nacional» por el Poder Ejecutivo Nacional. El espacio cultural del Museo Evita se complementa con un Café restó ambientado en época, y una Tienda de recuerdos.
Si se trata de espacios para almorzar buscados por los turistas, el que funciona dentro del Museo Evita es un ejemplo ideal. En el corazón de Palermo, el museo se ubica dentro de una casona que funcionó como hogar de tránsito para madres solteras. Ahora, además de conocer la historia de Evita, se puede disfrutar de platos gourmet en un ambiente moderno entre cuadros y fotos de quien es un mito popular.
Horarios: martes a domingos y feriados, de 14 a 19.30 hs.
Museo Eva Perón. Lafinur 2988 (Palermo). Te. 4807-0306.
Colectivos: 10, 15, 37, 38, 41, 59, 60, 64, 93, 95, 118, 128. Línea «D», estación Plaza Italia.
Museo Evita. Lafinur 2988 (1425) Buenos Aires . Argentina Tel./ fax 0054 11- 4807-0306. contacto@museoevita.org
El Museo Resto
Si se trata de espacios para almorzar buscados por los turistas, el que funciona dentro del Museo Evita es un ejemplo ideal. En el corazón de Palermo, el museo se ubica dentro de una casona que funcionó como hogar de tránsito para madres solteras. Ahora, además de conocer la historia de Evita, se puede disfrutar de platos gourmet en un ambiente moderno entre cuadros y fotos de quien es un mito popular.
El museo cuenta con objetos cedidos en préstamo por la familia Álvarez Rodríguez (sobrinos de Evita) y objetos donados por Carlos Lopreito, Eugenio Ledesma, Pedro Bevilacqua, Andrés Bevilacqua, Gabriel Miremont, Saúl Macyszyn, Cristina Banfi y Mónica Labarthé. Numerosos particulares han donado objetos de su pertenencia, atesorados por décadas, esperando su ocasión para ser exhibidos.
Las muestras itinerantes proponen un recorrido por el pensamiento y la acción de Evita.
La propuesta museológica aproxima al visitante a conocer y comprender momentos significativos de su vida. Cada exposición es diseñada teniendo en cuenta el contexto específico en el que se realiza. Para ello se profundiza la investigación sobre el vínculo directo que tuvo Evita con el lugar que recibe la muestra. Se concreta en un patrimonio único, compuesto por documentos, objetos personales, fotos, películas y escritos de Evita, que sintetizan de manera irrefutable su figura de alcance mundial.
El edificio
En la primera década del siglo XX la familia Carabassa construyó un petit hotel de planta baja y dos pisos altos.
En 1923 el arquitecto Estanislao Pirovano, realizó una importante intervención de reciclaje y obra nueva que se inscribe en la llamada corriente de restauración nacionalista, conjugando elementos platerescos, del renacimiento español e italiano en un desarrollo de tres niveles y torre. En 1948, la casa fue adquirida por la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón para el Hogar de Tránsito N ° 2, realizando algunas obras de reciclaje. En 2002. se realizaron obras de refuncionalización y puesta en valor, respetando las áreas más nobles de la casa y la imagen formal que aún conserva.
El Poder Ejecutivo Nacional, por decreto N°349 del año 1999, declaró al sitio»Lugar Histórico Nacional». En 2000, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Bs. As., declaró «de interés cultural y patrimonio histórico» el edificio de la calle Lafinur 2988 y en 2007 fue declarado «Monumento Histórico Nacional».
El paso de María Eva Duarte por este mundo dejó una huella imborrable en nuestro país.
Su nacimiento, el 7 de mayo de 1919, en la localidad bonaerense de Los Toldos no fue un día más, sino el comienzo del fin de muchas cosas que estaban mal en la Argentina. Pese a que nadie sospechaba por entonces que esa niña iba a reconfigurar -como nunca antes- la Justicia Social para toda la sociedad, Eva lo hizo. Pero si hubo una fecha que marcó a fuego a la Argentina, esa fue la del 26 de julio de 1952; el momento en que Evita, como todos la llamaban, entró en la inmortalidad. La muerte no pudo doblegarla, no la llevó al olvido. Y al final, pese al duro desenlace, el cáncer no pudo ser más fuerte que ella, sino todo lo contrario.
Evita una mujer distinta
Evita nunca tuvo miedo y de chiquita era una de esas pibas que -como luego se diría- «no arrugaba ante nada», iba al frente y a la que siempre le gustó mandar. Tampoco era blanda a la hora de tomar sus propias decisiones, y así quedó demostrado cuando tras el doloroso abandono paterno, y luego de que su madre decidiera mudarse a Junín, ella armó su valija y -sin vueltas- simplemente se «mandó a mudar». Así bajó del tren, como quien dice con «una mano atrás y otra adelante», con lo que llevaba puesto y apenas unas cuantas cosas más. Y llegó a Buenos Aires para cambiar las cosas, aunque no solo las suyas, también las de los demás. Fue la palmaria demostración de lo que estaba por venir y de lo que ella era capaz: hacerlo todo desde la nada, sin siquiera dar un paso atrás.
En esta hora, de recuerdo y sentido homenaje, importa que Evita supo muy bien de qué modo aprovechar el poder, siempre en exclusivo beneficio del otro. Pero hay más, y es donde su tarea inigualable adquiere más relevancia y notoriedad: todo, absolutamente todo lo hecho por Eva se dio en tiempos de una sociedad rabiosamente machista, en la que el rol de la mujer era poco menos que una lejana e ilusoria utopía. Ella, ciertamente, supo remar contra la corriente y ser la oveja negra del sistema político y social establecido. Ese es el gran legado de quien fuera conocida como la «Abanderada de los humildes» o, para otros, «Santa Evita».
El legado eterno de Evita
El mensaje quedó grabado, de manera indeleble, hoy y para siempre. Sin miedo, sin temores, sin amagues, ni intereses personales y con el acompañamiento de Juan Domingo Perón. Así capeó el temporal y se lanzó a la loca aventura de vivir y morir por sus queridos «descamisados», la gente del pueblo a quienes ella llamaba amorosamente «cabecitas negras». Vista en perspectiva, aún con los estándares actuales de la sociedad, la descomunal obra de Evita es -lisa y llanamente- imposible de igualar. Pensar en su enorme valentía para meterse de lleno en ese mundo de hombres, de autoritarismo, de pensamientos retrógrados, de recorte de derechos y de desprecio por lo femenino; conmueve hasta la médula y es el mensaje eterno que nos deja ese ser especial y singular. Y de ese modo, «a los codazos» en busca de un lugar, se metió «de prepo» en el corazón de la gente, de donde no se ha ido y no se irá jamás. Si hubiesen podido impedirlo, lo hubieran hecho con gusto; pero la fuerza de Evita era imposible de parar. Ni la muerte pudo frenar tanto amor recíproco, un ida y vuelta sin final entre Evita y su pueblo. Todo era cuestión de ganas, de agallas, de «ovarios» puestos sobre la mesa, de determinación sin medir costos ni consecuencias, de guapeza (esa misma que solo se atribuyen «los machos») y del más puro sentimiento de desapego a la propia conveniencia para que -simplemente- vivan mejor los demás.
La despedida. Su partida
Con su partida de este mundo, y tras el anuncio lúgubre de la noticia que su pueblo quería escuchar, el amor por Evita quedó en evidencia de un modo sin igual. La larga despedida quedó grabada en la memoria colectiva, con millones de personas lanzadas a las calles para llorarla y para gritar a los cuatro vientos que nadie se había ocupado de la gente como lo hizo ella. Los descamisados, hombres, mujeres, ancianos, niños, e incluso muchos de los que no participaban en la «religión peronista» surgida mágicamente tras la aparición de Evita en escena, supieron rendirle homenaje. Fueron interminables jornadas de silencio y dolor, en cada uno de los lugares en donde fue depositado su cuerpo inerte para una póstuma veneración. Nunca antes, y tampoco después, se vio algo igual.
Dicen que Evita murió aquel 26 de julio de 1952. Pero su presencia en el corazón de millones de argentinas y argentinos demuestra lo contrario.
Eva Perón fue una política y actriz argentina, que en su corta vida (33 años) dejó frases que son recordadas aún hoy, 7 décadas después de su fallecimiento.
Las 10 frases más emblemáticas de Evita
-«Donde existe una necesidad, nace un derecho».
-«Renuncio a los honores, pero no a la lucha».
-«Yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria».
-«Nuestra patria dejará de ser colonia, o la bandera flameará sobre sus ruinas».
-«Sobre las cenizas de los traidores construiremos la Argentina de los humildes».
-«No hay nada que sea más fuerte que un pueblo. Lo único que se necesita es decidirlo a ser justo, libre y soberano».
-«Triste el pobre que oliendo bosta, se cree el dueño de las vacas».
-«Donde hay un trabajador, se encuentra una nación».
-«Cuando elegí ser Evita sé que elegí el camino de mi pueblo».
-«El capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos».
Gorilas antiperonistas y su percepción sobre Eva Perón
Es importante tener en cuenta que la opinión de los gorilas antiperonistas y su percepción sobre Eva Perón se basa en su posición política y en su relación con el peronismo. Durante su vida, Eva Perón fue una figura muy influyente y controversial en la política argentina, y su legado sigue siendo objeto de debate hasta el día de hoy.
En general, los gorilas antiperonistas, que eran miembros de la élite económica y política de Argentina y que se oponían al peronismo, veían a Eva Perón como una amenaza a su poder e influencia. La postura de Eva Perón a favor de los derechos de los trabajadores, de los más pobres y desfavorecidos, y de la igualdad social, no era compartida por los gorilas antiperonistas, que veían a esta postura como un ataque a sus intereses económicos y políticos.
Además, la retórica utilizada por Eva Perón en sus discursos, que a menudo incluía referencias emocionales y apelaciones populares, no era bien vista por los gorilas antiperonistas, quienes la percibían como una manipulación y una amenaza a su control de la opinión pública.
Es importante tener en cuenta que esta es una perspectiva específica sobre Eva Perón y su legado, y no representa necesariamente una opinión compartida por toda la sociedad argentina. Hoy en día, Eva Perón es una figura muy admirada por muchos argentinos por su lucha por los derechos de los trabajadores, su compromiso social y su influencia en la historia y la cultura del país.
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