Ariel David Paoletti nació el 27 de noviembre de 1963 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Como todo hijo de inmigrantes italianos, la cocina tuvo una influencia importante en lo que más tarde se convertiría en su profesión. Ariel Paoletti, el chef que está a cargo de la cocina en la residencia presidencial de Olivos, describió al Presidente como una persona «muy simple en sus gustos» y contó que «sigue una dieta balanceada».
Paoletti comenzó trabajando en un restaurante que estaba en Palermo, como cocinero ayudante. Después trabajó en Puro Humo, un reconocido punto gastronómico en los años 90, y en El Embrujo, un restaurante top que estaba en La Barra, en Punta del Este.
«Soy cocinero desde muy chico, empecé en una familia calabresa. Estuve más o menos unos diez años laburando afuera. Hice cocina en el Ritz, trabajé en Barcelona, en Milán, y en 2011 regresé al país y fundé María Fedele, una reconocida trattoria italiana con la que me fue muy bien, y la tuve hasta 2018, cuando la vendí», detalló en una entrevista reciente.
Su habilidad para la cocina lo llevó a ser convocado para reuniones y eventos de los que participó el entonces candidato a la presidencia Alberto Fernández. Fue así como, al asumir su cargo en 2019, el mandatario lo invitó a participar de su equipo, como chef presidencial.
La rutina diaria arranca junto con cinco ayudantes, a las 8 de la mañana, cuando Paoletti prepara el menú correspondiente al almuerzo y la cena. Normalmente, se elige a media mañana el almuerzo y, llegando a la noche, el de la cena. Aunque, en el contexto actual, no siempre hay un horario fijo. La pandemia del coronavirus complicó la entrada y salida de la residencia, por lo que ahora está alojado allí, mientras transcurra la cuarentena obligatoria y preventiva.
«Cocinar para Alberto Fernández es un gusto, ya que es una persona muy simple en su rutina diaria como en su gusto gastronómico», explicó y a su vez agregó: «Me cuesta decir que le cocino». Sin embargo, el chef destacó que Fernández «no tiene ninguna exigencia al sentarse a la mesa, salvo la procedencia de las provisiones». «Tienen que ser productos nacionales, ningún importado», aclaró.
«Si hay tarta, Alberto come tarta. No es una persona que pida algo más, jamás. Nunca va a decir «este plato no me gustó», subrayó el cocinero en una nota radial. Pero, asimismo, resaltó que «yo sé los gustos que tiene él, y no voy a hacer algo que no le gusta; le hago un menú y él elige, por lo general son comidas simples, no se hacen platos estrafalarios», precisó. En este aspecto, puso como ejemplo que se han realizado reuniones amplias, con ministros y otros integrantes del gabinete, y sirvió milanesas con puré.
A la italiana
Sus raíces italianas están muy presentes en los platos de Paoletti, quien además es miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Socorros Mutuos y Cultural Nazionale Italiana y participó en la Asociación Tricolore. «Normalmente, como el Presidente es muy simple en sus gustos, le suelo preparar la típica comida mediterránea italiana. Su pasta preferida son los papardelle a la crema de trufa», contó el chef, aunque prefiere que lo llamen cocinero. «Soy chef cuando soy jefe de cocina. Acá se entiende que ser chef es hacer algo gourmet, y en realidad un cocinero tiene que hacer platos gourmet o platos caseros», advirtió.
Actualmente, el Presidente sigue una dieta indicada por su nutricionista y sobre esa base Paoletti cocina. «Se trata de hacer una dieta balanceada, que incluya proteínas. Hay que cuidarlo. Yo siempre digo que trato de cuidarlo como si fuese mi madre o mi padre», señaló.