Alfonsina Storni

Alfonsina Storni poeta y escritora argentina.

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Alfonsina Storni  fue una poeta y escritora argentina vinculada con el modernismo.

Alfonsina Storni Martignoni nació el 29 de mayo de 1892 en Capriasca, Suiza, casi de manera circunstancial ya que sus padres -suizos- se trasladaron de San Juan a su país de origen por trabajo hasta 1896 cuando decidieron regresar a la Argentina. Quizá la mejor poetisa que tuvo este país logró vivir en vida su fama que había logrado a través de sus prosas, algo que no le fue fácil en época de hombres. Su muerte se rodea hasta el día de hoy de mitos que de a poco se van desempolvando.

Alfonsina Storni
Alfonsina Storni, La realidad en el Paseo de los Poetas del Rosedal
Alfonsina Storni, La realidad en el Paseo de los Poetas del Rosedal
Alfonsina Storni, La realidad en el Paseo de los Poetas del Rosedal

Su primer vínculo con la poesía llegó a los 12 años, siempre entre la melancolía, la nostalgia y la belleza como cualquier escritor de aquella Argentina. Estudió Magisterio para ser docente en Coronda y en 1911 se trasladó a Buenos Aires donde un año después fue madre soltera de Alejandro, algo que le significó un escándalo para la época.

Alfonsina Storni

Los padres de Storni eran dueños de una cervecería en la ciudad de San Juan y regresaron a Suiza, su país de origen, en 1891. En 1896, volvieron a Argentina junto con Alfonsina, quien había nacido en aquel país. En San Juan, concurrió al jardín de infantes y desarrolló la primera parte de su niñez.

A principios del siglo xx la familia se mudó a la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe), donde su madre fundó una escuela domiciliaria y su padre instaló un café cerca de la estación de ferrocarril Rosario Central. Alfonsina se desempeñó como camarera en el negocio familiar pero dado que este trabajo no le gustaba, se independizó y consiguió empleo como actriz. Más tarde recorrería varias provincias en una gira teatral.

Storni ejerció como maestra en diferentes centros educativos y escribió sus poesías y algunas obras de teatro durante este período. Su prosa es feminista y, según la crítica, posee una originalidad que cambió el sentido de las letras de Latinoamérica. En su poesía deja de lado el erotismo y aborda el tema desde un punto de vista más abstracto y reflexivo.

La crítica literaria, por su parte, clasifica en tardorrománticos

La crítica literaria, por su parte, clasifica en tardorrománticos los textos editados entre 1916 y 1925 y a partir de Ocre encuentra rasgos de vanguardismo y recursos como el antisoneto (soneto en verso blanco). Sus composiciones reflejan, además, la enfermedad que padeció durante gran parte de su vida y muestran la espera del punto final de su vida, expresándolo mediante el dolor, el miedo y otros sentimientos desmotivacionales.

Fue una asidua partícipe de la famosa peña del Tortoni, Signos, junto a Quinquela Martín, Juan de Dios Filiberto y Pascual de Rogatis, entre otros desde donde se hicieron las primeras emisiones de la radio Stentor y otras actividades culturales. Allí fue Federico García Lorca cada noche en su visita a Buenos Aires. En 1934 publicó el «Mundo de siete pozos», una recopilación de poemas que dedicó a su hijo Alejandro y por el cual se ganó el reconocimiento de Gabriela Mistral quien aseguró que «poetas como ella nacen cada cien años». En 1937 escribió su último libro: «Mascarilla y trébol» que fue publicado al año siguiente.

Ya en 1935 comenzó a identificar los signos de la enfermedad que la llevó a su trágico desenlace: cáncer de mamas. Estaba bañándose en el mar cuando una ola golpeó su pecho, esto la hizo perder el conocimiento y al despertar notó un bulto en el seno por el cuál debió realizarse una masectomía. Tres años después, en 1938, le reveló a su hijo que los síntomas habían vuelto pero que no volvería a operarse o realizar algún tipo de tratamiento.

Le diagnosticaron cáncer de mama, del cual fue operada. A pedido de un medio periodístico Storni se realizó un estudio de quirología, cuyo diagnóstico no fue acertado. Esto la deprimió aún más y le provocó un cambio radical en su carácter que la llevó a descartar los tratamientos médicos para combatir la enfermedad.

Se suicidó en Mar del Plata arrojándose de la escollera del Club Argentino de Mujeres. Alfonsina consideraba que el suicidio era una elección concedida por el libre albedrío y así lo había expresado en un poema dedicado a su amigo y amante, el también suicidado escritor Horacio Quiroga. Hay versiones románticas que dicen que se internó lentamente en el mar y sirvieron como inspiración para componer la canción «Alfonsina y el mar», la cual relata el suceso y sugiere el motivo. Su cuerpo fue velado inicialmente en Mar del Plata y finalmente en Buenos Aires. Sus restos se encuentran enterrados en el cementerio de la Chacarita.