Informe especial sobre cómo viven «la noche» las personas de entre 35 a 55 años que no están en pareja. Ellas y ellos tienen lugares y días específicos para buscar sus amoríos. «La mujer quiere una relación estable, y el hombre, divertirse»
En el contexto del auge de los divorcios exprés, que aumentaron un 40 por ciento en los últimos cinco años, surgió una nueva movida que día a día suma más y más adeptos: los boliches, pubs, y lugares de encuentros para solos y solas. Esos sitios, que fundamentalmente reúnen a grupos de amigas y amigos divorciados, alberga un target de 35 a 55 años, y tienen sus “puntos de explosión los jueves y sábados, a partir de la una o dos de la madrugada, copiando los hábitos de los adolescentes.
Con la previa incluida, generalmente en la casa de alguno de los miembros del grupo, mujeres y hombres marchan todas las semanas hacia los templos de la distracción, el divertimento y, por qué no, de la cita express o el touch and go.
Palermo, Belgrano, Barrio Norte, Barracas y distintos puntos del sur y norte del Gran Buenos Aires, acapararon el centro de atención de los famosos clubes de divorciados, que usan grupos de whatsapp, se cuentan sus historias y hasta se presentan amigas o amigos.
Es como un mundo aparte. La gente grande tiene sus propios códigos. Son mucho más exigente que los chicos. Toman generalmente champagne o tragos tradicionales. No les gustan las cámaras ni los patovicas y son más conscientes de sus propios límites, cuenta Gerardo, un habituó de la disco Esperanto, ubicada sobre la avenida Juan B. Justo, en Palermo.
La última estadística de la Dirección General del Registro Civil porteño indica que en mayo pasado hubo 659 divorcios contra 814 casamientos. El crecimiento notable de separaciones pasó a ser un gran negocio, al cual los empresarios le pusieron el ojo y eso se nota a simple vista.
Ellos, de chupines de colores, zapatillas y camisas afuera del pantalón. Ellas, de vestidos ajustados, jeans y hasta short de colores y botas, siguen la moda como los adolescentes y van tomando las tendencias que los chicos dejan, como Facebook, Instagram y Tinder. No vas a ir a un lugar a encontrarte con tus hijos o sus amigos, cuenta María Julia (44) separada hace cuatro años, con dos hijos de 20 y 21, para quien las salidas con las chicas son sagradas los jueves a la noche.
Frente a este tendencia que parece no tener techo, los boliches han virado hacia un público adulto y discotecas como La City (ex New York City), sobre la avenida Alvarez Thomas, que se transformó en la meca de los cincuentones.
En Capital Federal, los lugares top son Terrazas, Darwin, Asia de Cuba, El Verde, INK, Moliere, Módena y Six. En zona norte, el Golf de Villa Adelina se transformá en pase obligado los jueves a la noche y las vísperas de feriado, al igual que La Ventola (Olivos), Sótano Beach (San Isidro) o Círculo 44, justo en ese kilómetro de la Panamericana. En el sur del GBA también hay muchas propuestas de discotecas y bares, como Space, Mi Club, La Zona, El Bosque y Nexo.
Evidentemente, para divertirse no hay edad, y más aún en tiempos de intolerancia, estrés y amor exprés. Las frías estadísticas lo demuestran, pero a los solos y solas parece que mucho tampoco les importa.
Redes sociales
Con el boom de las redes sociales se generaron aplicaciones y sitios web en torno a hacer citas casuales entre parejas heterosexuales, homosexuales, apps para generar encuentros entre tres personas y redes específicas para amantes e infidelidad, comenzó explicando a Crónica, Joan Cwaick, especialista en Internet.
Ejemplos sobran y los son el Tinder, Happn y Good to go, entre otras. Y también hay aplicaciones pura y exclusivamente, para infidelidad o hacer tríos, como por ejemplo Ashley Madison o Second Love.
AshleyMadison en 2012 tenía 72 mil miembros, más de mil argentinos. De esos, el 70% son hombres y el 30% mujeres. También existe Second Love. E incluso en Argentina está DeTrampa. com, en el que no hay ningún tipo de filtro, contó Cwaick, quien añadió: Tinder en septiembre de 2014 tenía más de 400 mil descargas en la Argentina. Asimismo, Joan subrayó que “todas estas plataformas nacieron desde Facebook. El boom de los dispositivos móviles a nivel masivo, las tecnologías anexas, como por ejemplo un GPS en el dispositivo. O la red 3G. De todas maneras, sabe más que nadie que todo va fluctuando, como el Tinder, que hoy en día quizás no se usa para tener sexo, sino para otro tipo de encuentros, más casuales y amigables.
Quien también dialogó con Crónica sobre este fenómeno fue Viviana Neiman, la directora de Singles Club. La mujer busca una relación estable y el hombre, divertirse, dispará en un primer momento, aunque reconoció que no siempre se da así.
Este tipo de encuentros es conocido como de solos y solas, aunque en el caso de Singles prefieren llamarlos “solteros†por un tema de motivación. Nos gusta decirles fiesta de solteros, es más divertido y menos triste. Estar solo parece que te falta algo, mientras que estar soltero es una condición que puede ser interesante, resumió.
Respecto de su propuesta, Neiman comentó: Organizamos eventos en los cuales ofrecemos un servicio de cena y otro de tragos. Allí se buscan hábitos de vida, comidas, salidas o actividades de cada uno. Apoyada con una coordinación profesional y a través de diferentes propuestas rompehielo, lo que vamos haciendo es que entren en contacto mediante charlas, juegos y bailes.
Las edades varían según el sexo, pero generalmente son hombres jóvenes y mujeres adultas. La idea del evento es concreta. Por un lado que la gente se conozca, pero además de eso que pasen un buen momento y se diviertan, contó Neiman. Hay gente que va con la expectativa de encontrar pareja o conocer a alguien especial y por ahí no encuentran a esa persona, pero si se hace de contactos y socializa, que es tan importante como el hecho de encontrar pareja.
El lugar elegido para los encuentros varía, lo importante es que la gente está cómoda y tranquila. De esta manera en lugar de ser un evento para, es más una fiesta en la cual participan todos de forma cómoda. Las reuniones con cena duran cuatro horas, mientras que el que llaman “cita rápida†dura dos horas. La idea es que se encuentren, que se queden hablando, resumió.