Bonsai significa cultivo en bandeja

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Bonsai significa cultivo en bandeja

Bonsái es una palabra de origen japonés que significa literalmente bon = ‘bandeja’ + sai = ‘cultivar’ y consiste en el arte de cultivar árboles y plantas, normalmente arbustos, controlando su tamaño para que permanezca de un tamaño muy inferior al natural, mediante técnicas, como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc., y modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza. Es indisociable de la maceta, ya que el bonsái se entiende como el conjunto que conforman árbol y maceta.

Bonsai literalmente significa cultivo en bandeja . Consiste en el arte de cultivar árboles y plantas en el espacio reducido de una maceta de poca profundidad para reproducirlos con todas sus características en un tamaño pequeño y proporcionado.

Con creatividad, sentido estético y respeto por cada planta, el bonsaísta aplica distintas técnicas para mostrar su belleza natural en su máxima expresión, modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.

Bonsai  Origen

El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años, en donde se conoce como Penjing, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.

Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de culto.

En el sur de China, este arte consistía en transmitir todas las características de un árbol desarrollado en la naturaleza a un árbol pequeño cultivado en maceta. Se buscaba reproducir estos árboles según los existentes en las altas montañas por lo cual utilizaban solo especies que existían en los montes y que ya poseían formas especiales en su intensa lucha contra las adversidades climáticas.

Fue llevado a Japón hace unos 800 años, donde se interpretó desde la concepción Zen de «belleza de una austera severidad», lo que llevó a los paisajes miniaturizados en maceta, nativos de China, a ser condensados en árboles únicos e ideales que representaban el universo.

Si por distintos motivos no podemos estar rodeados de naturaleza tanto como quisiéramos, dedicarnos al arte del bonsái sería el pasatiempo ideal que nos acercaría naturaleza y distensión.

Bonsai significa literalmente “cultivo en bandeja” (“bon” = bandeja + “sai” = cultivar).

Consiste en el arte de cultivar árboles y otras plantas en el espacio de una maceta para reproducirlos con todas sus características en un tamaño pequeño y proporcionado.

Con creatividad, sentido estético y respeto por cada planta, el bonsaísta aplica distintas técnicas como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, etc., para mostrar la belleza natural de un árbol en su máxima expresión, modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza.

La bandeja se refiere a una maceta de base ancha y poco profunda; también puede utilizarse una piedra laja a modo de bandeja. El bonsai, por tanto, es el árbol y la maceta, ambos deben estar en armonía para corresponderse tanto por el tamaño, el estilo o porte del árbol. Como condición mínima, la maceta debe ser de cerámica (utilizar las de plástico sería un sacrilegio) e incluso determinadas especies deben ir por norma en determinados tipos de macetas; por ejemplo, las coníferas irán en macetas sin esmaltar, en cambio un arce se colocará en una que sea ovalada, amplia y esmaltada.

Algunos beneficios que nos da cultivar un bonsái

Contacto con la naturaleza: nos permite estar en conexión con la naturaleza ya que tenemos que estudiarla y observar para aprender de ella.

Conseguir relax: la mente consigue relajarse y escaparse del entorno mientras está ocupada en las labores que implican mantener el árbol, lo que sin duda ayuda a desestresarse.

Cultivar la paciencia: una de las virtudes que se pueden mejorar con el bonsái, es la paciencia ya que necesariamente tenemos que esperar los tiempos adecuados regidos por la naturaleza para intervenir y no dañar a las plantas.

Cómo comenzar con un bonsai

El bonsái nos permite prolongar el disfrute estético de los árboles y plantas que de otra manera podrían haber terminado su ciclo natural. Es el caso de los árboles de montaña que pueden estar casi muertos en zonas escarpadas o bosques y al ser rescatados pueden convertirse en un gran ejemplar de bonsai. Esta técnica de recolección en montaña se llama “yamadori”, y es la más tradicional, de las primeras que se tienen conocimiento en la práctica del bonsai.

Con el desarrollo de las técnicas de reproducción, hoy un bonsai puede nacer de semillas, esquejes o acodos, y por qué no de plantas de vivero.

Criar un bonsai desde la semilla es la técnica que lleva más tiempo (se calculan 5 años como mínimo para tener un árbol formado), pero también es la que permite al bonsaísta un control total del desarrollo y por ende, puede resultar muy gratificante.

El esqueje, conocido comúnmente como gajo, es una forma rápida y económica de obtener nuevos árboles por lo que es un método muy popular entre los bonsaístas. Se trata de ramas o estacas que se introducen en la tierra para lograr que le crezcan raíces y de ahí llevar el desarrollo y crecimiento del futuro bonsai.

El acodo, por otra parte, es una técnica artificial para conseguir que un tallo o rama desarrolle raíces sin tener que separarlo de la planta madre. Cuando esto se logra, se corta por debajo de las raíces, se trasplanta y se obtiene una nueva planta independiente con la que trabajar un bonsái.

Una planta en maceta conseguida en un vivero es otra de las opciones. La clave está en encontrar un buen candidato a bonsai, o sea, árboles que parecen no estar tan cuidadosos, con troncos más bien gruesos y ramas crecidas sin control. Otro tip a tener en cuenta es la medida del ancho de la base del tronco ya que para tener un bonsai de proporciones correctas, la altura debe ser 6 veces el ancho de la base. Es decir, un árbol de 5 cm en su base, será un futuro bonsai de 30 cm de altura.