INSOLITO: Grupo de deportistas venezolanos quieren «remover» árboles de los Bosques de Palermo. Desde el Barrio de Palermo, vecinos ya se encuentran en pie de guerra y quieren declarar personas «persona non grata” a esta clase de personeros mal agradecidos con el Barrio y la Argentina.
Organizaciones ambientales de la Ciudad de Buenos Aires se mantienen en alerta desde hace algunos días, cuando una nota periodística adelantó la intención de un grupo de deportistas amateurs de remover una serie de árboles en uno de los parques de Palermo. La idea se argumenta en que los ejemplares arbóreos perjudican la tarea deportiva, y por ello, desean que el Gobierno de la Ciudad los cambie de lugar.
Se trata de jugadores de softbol, la mayoría de ellos inmigrantes venezolanos, quienes se congregan cada domingo a practicar este deporte en el espacio verde situado en Libertador y Sarmiento, en un extremo del Parque Tres de Febrero. En un artículo presentado el domingo pasado por un dário capitalino, uno de los integrantes de ese grupo relató su intención de reacondicionar el parque para poder entrenar con mayor comodidad.
El softbol, muy popular en Norte y Centroamérica, tiene dentro de sus reglas el bateo, con el que la bola se eleva por el aire varios metros. La presencia cercana de los árboles impide la práctica cómoda de ese deporte, ya que no deja que el elemento se desplace con total libertad. Por esa razón, estos deportistas amateur, que han conformado un equipo llamado “La Emilia”, el cual disputó competencias metropolitanas recientemente, dieron cuenta de su deseo de mover algunos de los ejemplares localizados en el parque. También propusieron que se coloque un alambrado para evitar que la bola se vaya muy lejos.
En diálogo con este periódico, uno de los miembros de este grupo, Raynier Bracho, confirmó que tienen intención de plantear esta cuestión al Gobierno de la Ciudad. “Aún no hemos hablado con nadie, pero tenemos prometida una reunión con la Subsecretaría de Deportes”, dijo. No obstante, destacó que su deseo es que se muevan de lugar los árboles y no se talen. “No queremos perjudicar a nadie. Buscamos que se saque y se coloquen en otro lado únicamente pocos ejemplares que dificultan el juego”, agregó el joven venezolano.