El Estado recupera el Paseo de la Infanta de Palermo y se prepara para licitarlo.
En la década del 90 fue un concurrido paseo con discotecas, galerías de arte, juegos de niños y clásicos de comida rápida como Pumper Nic y Wendy’. En ese contexto, el 5 de febrero de 1996, una escultura de más de 200 kilos sin habilitación cayó sobre tres niñas de la colonia del Club Banco Hipotecario. Una de ellas falleció al instante. A partir de allí el lugar comenzó a decaer. Luego el lugar se convirtió en un polo gastronómico El lugar se convirtió en un polo gastronómico.
Según informó la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), «la firma lo explotaba irregularmente, con un contrato vencido y abonando una suma inferior a la determinada por el Tribunal de Tasaciones de la Nación».
El emblemático predio de 36.000 metros cuadrados de superficie, ubicado bajo el puente ferroviario entre la Avenida del Libertador y Freyre, a pocos metros de El Rosedal, tiene varios locales comerciales y hoy es un polo gastronómico de moda.
El objetivo en adelante es realizar una nueva licitación pública, transparente, abierta y competitiva de todo el predio. Por su parte, la Agencia de Administración de Bienes del Estado firmó convenios con los distintos sublocatarios, que reconoce sus condiciones originales y asegura las fuentes de trabajo a lo largo del proceso licitatorio.
El canon locativo mensual que la empresa Panter pagó hasta abril de 2018 fue de $55.000
Por eso, con el objetivo de seguir transparentando la gestión de los inmuebles del estado nacional, y a efectos de continuar con la explotación que ya viene sucediendo, y en miras de resguardar el predio y las fuentes de trabajo, la Agencia procedió a la firma de contratos con los referidos sublocatarios, respetando el plazo y el canon que tenían originalmente con Panter, lo que les permitirá continuar con la actividad que venían desarrollando hasta abril de 2020, pero será el Estado Nacional quien perciba esos ingresos. De esta forma, el organismo estatal pasa de recibir un canon irrisorio, a un monto relativamente superior.
El predio había sido concesionado a la empresa Panter el 26 de febrero de 1993, con un contrato con Ferrocarriles Metropolitanos Sociedad Anónima. El 29 de diciembre de 2010, la entonces Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIF) prorrogó la explotación del complejo a esa misma firma hasta abril de 2018. Desde entonces, el contrato se encontraba vencido y la empresa seguía explotando comercialmente el lugar.
El ingreso por alquileres de los locales que allí funcionan suma casi $1,5 millón por mes
El canon locativo mensual establecido en 2010 y que la empresa Panter pagó hasta abril de 2018 fue de $55.000. A pesar de esto, la misma empresa recibía por los subalquileres a los locales que allí funcionan actualmente una suma de casi $1,5 millón.
El comunicado del AABE señala que «al momento de renegociarlo, el Tribunal de Tasaciones de la Nación determinó que el valor del nuevo canon mensual que debía abonar la empresa era de $923.900. Sin embargo, la empresa siguió abonando un monto muy inferior e incluso con el contrato vencido, pero recibiendo como ingresos una suma de $1,4 millón mensuales por los 15 subcontratos que tenía».
Después de intentos infructuosos de negociaciones, intimaciones incumplidas para restituir el predio y el inicio de una demanda de desalojo, finalmente el último miércoles AABE recuperó la tenencia del predio mencionado.