Charly Garcia: Conciertos en tributo a Charly 70 en el CCK y el Teatro Colón
Cientos de personas disfrutaron en el CCK del megaconcierto en tributo a Charly y de Fito en el Colón
El genio del rock nacional brindó un concierto en el CCK y decenas de músicos lo homenajearon durante todo el sábado. Miles de personas pudieron disfrutar el show en el lugar y otros siguieron el vivo en pantalla gigante dese la plaza anexa.
Charly García se presentó de improviso en el CCK en la celebración de su cumpleaños y armó una fiesta flamígera en el Auditorio Nacional, donde a lo largo de la tarde más de cien músicos tributaron a su figura y su marca dentro del rock y la música argentina.
Lo que era un recital celebratorio y disfrutado por el público se transformó en un torbellino emocional con la aparición del hombre del bigote bicolor -con saco blanco, sombrero, brazalete Say No More y remera negra- que dio un show cargado de significados y de una potencia arrolladora.
Flanqueado por las vocalistas Rosario Ortega e Hilda Lizarazu -dos históricas del gran García- Fito Páez y el zorrito Von Quintiero, Charly volvió a ser él mismo el día de su cumpleaños, luego más de un año de silencios y en combustión con su gente, muchos de los cuales pasaron horas para conseguir una entrada redituó el sacrificio previo.
«Una vieja canción que me transportó al estrellato argentino», dijo Charly al arrancar «Canción para mi muerte», el gran éxito de «Vida» el primer LP de Sui Generis de 1972, la última de las inolvidables canciones que esta tarde cantó en el CCK.
El concierto del CCK y en particular el segmento donde estuvo Charly fue seguido por una multitud congregada en las afueras del exCorreo Central, donde una pantalla gigante seguía las alternativas de lo que sucedía en el Auditorio Nacional en vivo y era visto centenares de jóvenes que no consiguieron entrada y se acercaron para seguirlo desde la plaza adjunta.
Antes de eso hubo otras dos secciones y después una cuarta pero lo que se llevaron todos en la memoria fue la aparición sorpresiva y de notable prestanza de Charly sobre el escenario.
El concierto arrancó con un recorrido camarístico por la obra de Charly a cargo de una orquesta de cámara de tres violines, tres violas, dos cellos, contrabajo, corno, oboe, flauta, piano y percusión.
El grupo académico, a través de un delicado trabajo arreglístico fue uniendo distintas piezas de García, poniendo de manifiesto la riqueza melódica de las creaciones del máximo rockstar argentino, maleables y dispuestas a asumir distintos formatos, registros e interpretaciones, que jugaron a modo de reformulaciones que nunca olvidaron el original del cual provenían.
Una platea atenta, colmada, expectante, recibió la música que llegaba desde el escenario con alegría y fue transitando sin excesos este reencuentro extraño de música, gente e interpretaciones en vivo en la pospandemia, en un concierto plagado de sensaciones afectivas por el tributo que rinde y la dimensión del creador al que celebra.
El momento culminante de este primer bloque, donde la música de Charly fue bañada por delicadas líneas académicas fue el desierto existencial que dibujó García en «Yendo de la cama al living», que arrancó las primeras palmas siguiendo la música e inyectó adrenalina a un concierto de mucha suavidad y densidad aérea.
Los arregladores Julián Caeiro y Pablo Salzman hicieron un recorrido casi cronológico por el repertorio de García uniendo distintas épocas del músico.
Luego llegó un segmento que dejó de manifiesto la inabarcable variedad de lecturas y marcó un profundo arco de influencias del creador de «Clics modernos» en músicos de las generaciones posteriores.
Desde una versión de «Pasajera en trance» en arpa y voz por parte de Sonia Alvarez, a una conmovedora interpretación de «Rezo por vos» en percusión de Santiago Vázquez que puso la piel de gallina, pasando por Darío Jalfin en una clásica pero bella puesta de «Canción de dos por tres», las músicas de García parecieron ampliarse y alcanzar nuevos aires en el Centro Cultural Kirchner.
En formato solista, a dúo o en trío, once grupos o artistas pasaron y entregaron una canción cada uno en homenaje al músico que cumplió 70 años y pusieron en acto la penetración de una música y un modo de hacer música argentina inolvidable que seguirá percutiendo por años y décadas.
Hubo apuestas más arriesgadas, un interesante acercamiento en teclado y caja de ritmos y sonidos de Nico Sorín a «Quizás, porque» -único tema del primer longplay de Sui Generis, «Vida» de 1972, que se tocó en el CCK- y otras absolutamente viradas a la improvisación jazzera como «Ojos de videotape» del trío de Ernesto Jodos (piano), Sergio Verdinelli (batería) y Mariano Otero (contrabajo), y «Nos siguen pegando abajo» de Diego Schissi acompañado por Diana Arias en contrabajo.
Hernán Jacinto y Andrés Beeuwsaert en piano, cada uno por su lado, marcaron también los amplios horizontes que puede encerrar la música de Charly y que como un tesoro puede expandirse y alcanzar dimensiones insospechadas que hacen aún más queridas las versiones originales.
Fito Páez celebró a Charly y su monumental obra en conmovedor concierto en el Colón
En un show de alrededor de una hora y media el rosarino celebró el cumpleaños de Charly García en donde no solo manifestó su enorme admiración sino también la monumental obra del homenajeado, abordada tanto por una orquesta sinfónica como en un formato rockero.
Durante una hora y media, la sala principal del Teatro Colón fue testigo de un show único en el que Fito Páez recorrió los temas más icónicos de la carrera de Charly, en homenaje por su cumpleaños número 70. Las entradas para asistir al concierto se podían adquirir a través de Boti, el canal de WhatsApp del Gobierno de la Ciudad, que recibió más de un millón de consultas en la primera hora. Los temas interpretados por el artista rosarino fueron Instituciones, Rock and Roll, Confesiones de Invierno, Yendo de la cama al Living, Cinema Verité, No te dejes desanimar, El fantasma de Canterville, Peperina, Desarma y Sangra, No soy un extraño, Viernes 3 AM, Cerca de la Revolución, Pecado Mortal, Los Dinosaurios, No se va a llamar mi amor, Cuando ya me Empiece a Quedar Solo, Estación, Canción para mi muerte, I am Not in Love, Demoliendo Hoteles.
Fito Páez celebró la noche de este sábado el cumpleaños 70 de Charly García con un conmovedor concierto en el Teatro Colón, en el que puso de manifiesto no solo la enorme admiración que siente hacia quien reconoce como uno de sus grandes maestros, sino también la monumental obra del homenajeado, susceptible de ser abordada tanto por una orquesta sinfónica como en un formato rockero.
Así quedó evidenciado en el show de alrededor de una hora y media en la que el rosarino se apoyó por momentos en su habitual banda y en otros sumó a la orquesta estable del prestigioso teatro, sobre todo en composiciones pertenecientes a la etapa más progresiva en el repertorio de Charly García.
Para ello, Fito Páez echó mano a una importante cantidad de canciones de La Máquina de Hacer Pájaro, Sui Generis y Serú Girán, además de clásicos de la primera época solista de García, en los años `80.
La gran sorpresa fue que el aporte no se limitó a aquellas composiciones inspiradas en el llamado rock sinfónico, como el caso de «Instituciones», de Sui Generis, o la poca revisitada «Rock and Roll, de La Máquina de Hacer Pájaros; sino que también lo hizo en clásicos como «Los dinosaurios» o «Demoliendo hoteles», con inmejorables resultados.
Para la ocasión, a su habitual banda integrada por Diego Olivero, en bajo; Juan Absatz, en teclados; Gastón Baremberg, en batería; y Juani Agüero, en guitarra, Fito sumó a Carlos Vandera, en guitarra acústica y coros, quien brindó algunos matices a los arreglos de voces.
«Que suerte tener a Charly García y el mundo es más hermoso porque está él»
Y si bien el concierto estuvo atravesado por la expectativa general de ver aparecer en el escenario al cumpleañero, como minutos antes lo había hecho en el Centro Cultural Kirchner (CCK) junto precisamente al mismo Fito, entre otros artistas; a medida que se sucedieron las canciones, el peso propio de la obra bastó para dejar en estado de euforia total al público.
«Es una noche especialísima. Vamos a celebrar a uno de los artistas más grandes de todos los tiempos», anunció el cantautor rosarino al ingresar al escenario, visiblemente emocionado por lo vivido minutos antes en el CCK.
El inicio fue con los mencionados temas de Sui Generis y La Máquina de Hacer Pájaros, esta última con el recuerdo de Fito, con fecha exacta incluida, de cuando la escuchó por primera vez en vivo en Rosario en el año 1976.
Acto seguido sonó una fogonera versión solo con piano de «Confesiones de invierno» a la que sucedió «Yendo de la cama al living» junto con toda la banda.
En ese primer bloque ya quedó establecida una dinámica que contempló canciones con orquestaciones, temas interpretados en formato rockero y composiciones abordadas de manera íntima y acústica, una prueba fundamentalmente de la amplitud del repertorio de García más que de caprichos a la hora de diseñar la manera de interpretarlo.
Claro que entre versión y versión, Fito no se privó de manifestar su incondicional amor a Charly en el plano personal y su devoción en lo referente a lo artístico, lo cual tuvo su momento más explícito cuando lo comparó con Mozart.
Entre las canciones que contaron con arreglos orquestales brillaron «Cinema Verité», «No te dejes desanimar», «Estación» y «Cuando ya me empiece a quedar solo» con un guiño a «Filosofía barata y zapatos de goma» al final y, especialmente, «Los dinosaurios».
Con su habitual banda, el rosarino desgranó delicadas y fieles versiones de «Peperina», «No soy un extraño», «Viernes 3 AM» y «El fantasma de Canterville»; y se puso rockero con «Pecado Mortal» y «No se va a llamar mi amor».
En tanto que se reservó «Desarma y sangra» para un momento intimista solo con el piano, del mismo modo en que lo hizo para estrenar una nueva canción justamente en homenaje a Charly. Por supuesto que tampoco faltó el «Feliz cumpleaños».
Hacia el final apareció «I`m not in love», la única canción del repertorio posterior a la década del `80 y una poderosa versión de «Demoliendo hoteles» con la orquesta sinfónica en plan rockero.
«Que suerte tener a Charly García y el mundo es más hermoso porque está él», lanzó Fito en su última declaración de amor explícita.
De esta manera quedó cerrada una jornada que desde temprano contó con diversos homenajes al gran astro del rock argentino, con epicentro en el CCK y actividades en Tecnópolis, entre otros.
Imposible un mejor broche de oro que uno de los hijos dilectos de Charly celebrando su obra en el gran coliseo porteño. Fito le hizo un gran regalo a su maestro e invitó a todos a ser parte de la gran noche.