El barrio de Palermo fue el más afectado, más exactamente la zona conocida como Hollywood. Allí cerraron las puertas tres sitios emblemáticos Trapiche, Rey del Vino y Oviedo, todos ubicados en reconocidas esquinas.
Trapiche
A mediados de junio cerró el restaurante El Trapiche, un lugar que hizo historia en la esquina de Paraguay y Humboldt. Llegó al barrio en 1989, cuando la zona aún no tenía el glamour de Palermo Hollywood. Se convirtió en uno de los bodegones más antiguos de Palermo. Sus dueños son los hermanos Suárez, Miguel, José Luis y Tomás, le dieron vida en estas tres décadas, junto a sus 42 trabajadores. Después de atravesar varios años complicados, tomaron la difícil decisión de cerrar.
Miguel Suárez, el dueño de Trapiche, explicó: “El Trapiche era una iglesia, venían los buenos, los malos, los famosos, los curas, todos. Se va a extrañar y mucho. Son muchos años complicados, muchas contras. Nosotros tenemos 42 trabajadores en blanco, no podemos competir con buenos precio con lugares que no tienen al personal en las mismas condiciones. Las subas de servicios de los últimos años nos afectaron mucho. Sumado a eso estar cerrados 90 días sin facturar, se nos hizo imposible. No pudimos cubrir los cheques de enero y febrero, se acumularon muchas deudas y decidimos invertir en parar la pelota, porque tenemos miedo a fundirnos. No queremos politizar esto, la gran culpa es nuestra por no sabernos manejar en la crisis”.
Rey del vino
Los mismos dueños también cerraron por esos días Rey del vino, tras más de dos décadas. Este bodegón ubicado en Paraguay al 5000, le dijo adiós a sus clientes desde la cuenta de Instagram: «Después de 22 años nos tenemos que despedir de ustedes. Lamentablemente, la situación conocida por todos nos dejó en una condición muy complicada y, a pesar de nuestros esfuerzos, no podemos seguir».
Oviedo
En los primeros días de febrero, se sumaron más malas noticias. Hace pocas horas cerró Oviedo bodegón de Palermo, estaba hace tres décadas en la esquina de Guatemala y Humboldt. Fue fundado por el asturiano Manuel Coto en diciembre de 1990 y desde hace 15 años, lo continuaba su hijo José. La pandemia los impactó fuerte, pero José se puso a vender ropa para poder sostenerlo. Una nota en la televisión les cambió la vida, Marley mostró que ahí se hacía una de las mejores milanesas de Buenos Aires y las ventas comenzaron a crecer. Cuando parecía que el bodegón recuperaba el impulso de siempre, el dueño le pidió la propiedad para hacer una torre. Y con todo el dolor del alma, José tuvo que entregar las llaves.