La escarapela, símbolo patrio creado con los mismos colores de la bandera nacional a la que representa y que sirve como insignia distintiva para denotar un sentimiento de unidad.
La historia se remonta a principios al 18 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato instituyó la escarapela nacional de las provincias unidas del Río de la Plata, blanca y celeste, a pedido de Manuel Belgrano.
La escarapela argentina es uno de los mayores símbolos patrios que se presentan en nuestro país. El porqué de los colores celeste y blanco no tiene una respuesta precisa, en varias oportunidades historiadores hablaron de ello.
Cuando se habla de Argentina es pensar en los colores celeste y blanco, los cuales predominan en la bandera. Si uno se remonta a los orígenes de la misma, se encuentra con que su creador, Manuel Belgrano, hizo su diseño tomando como base los colores de la escarapela.
Una de las versiones más difundidas que existe es la que refiere que estos colores simbolizan el celeste y el blanco del cielo y sus nubes. A pesar de que no es del todo imprecisa, sí hay que decir que es inexacta, y esto se debe a que, tal como se indica en el portal del Gobierno de la Nación, la documentación histórica que existe no permite definir un origen concreto. En otras palabras, las versiones que existen en torno a la creación de la escarapela y a la explicación del porqué de sus colores son varias.
En cuanto a sus colores, el portal del gobierno indica que, la del cielo es una de ellas, pero no es la única. Hay quienes remarcan que los colores de los emblemas patrios coinciden con los de los vestidos de la Virgen de la Inmaculada Concepción, los cuales también remiten al cielo. Por otra parte, estos colores eran propios de la condecoración de la Orden de Carlos III, la más importante que otorgaba por entonces los reyes de la casa de Borbón en España.
Dentro de los pocos datos fidedignos que aportan los documentos históricos existentes, se encuentra con que el General Manuel Belgrano hizo un pedido el 13 de febrero de 1812 al Triunvirato, solicitando “que se dictaminara el uso de una escarapela nacional con el objetivo de uniformar al Ejército Revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos”.
Apenas días más tarde, el 18 del mismo mes, el pedido fue aprobado y comenzó así el uso oficial de los colores celeste y blanco como insignia patria. Es por este motivo que el 18 de mayo de cada año se celebra el Día de la Escarapela Nacional.
De acuerdo a las investigaciones realizadas por el Instituto Nacional Belgraniano, todo parece indicar que el primer formato de la escarapela presentaba el centro celeste y la corona blanca.
El origen de los colores y las razones aún no pueden establecerse con precisión.
Una versión dice que los colores patrios provenían de los bornónicos en la casa del rey de España Fernando VII; otros aseguran que es por la creación de la Primera Junta. Pero según la versión del Ministerio de Educación de la Nación los colores fueron adoptados por primera vez durante las invasiones inglesas de 1806-1807 por los Patricios.
Se dice también que la escarapela argentina fue usada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires que acudieron a una entrevista con el entonces coronel Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.
¿Por qué el 18 de Mayo es el Día de la Escarapela?
No está claro por qué se eligieron esos colores. Probablemente porque eran los de manto y túnica de la Inmaculada Concepción, patrona de la Casa de Borbón. De ese modo no se sacaban del todo los pies del plato, como indicaba la estrategia dada en llamar «la máscara de Fernando VII» que los sucesivos gobiernos estiraron hasta 1816. Por cierto, hay otras versiones, pero ninguna contrastada históricamente.
El 25 de mayo de 1810 se difundió -entre los patriotas- el uso de la escarapela nacional. No apareció la decisión de usar esos colores como iniciativa de una determinada persona, sino como el producto de una actitud espontánea, adoptada sin previo acuerdo ni deliberaciones.
El 23 de marzo de 1811 la escarapela fue usada como distintivo de los opositores a la mayoría de la Junta.
A fines de 1811, aumentaron los ataques españoles contra las costas del Paraná ordenadas por el gobernador español de Montevideo, Pascual Vigodet. Frente a esto el Triunvirato encargó el 24 de enero de 1812 a Manuel Belgrano partir hacia Rosario con un cuerpo de ejército. El general Belgrano logró controlar las agresiones españolas e instalar una batería (una especie de fuerte militar) en las barrancas del Paraná, a la que llamó Libertad. A Belgrano le pareció absurdo que sus soldados siguieran usando distintivos españoles por lo que solicitó y obtuvo permiso para que sus soldados usaran una escarapela.
Por decreto del 18 de febrero de 1812, el Triunvirato creaba, según el diseño propuesto por Belgrano, una «escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul celeste, quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían».
En una nota titulada “El Origen de la Escarapela”, el Ministerio de Educación recuerda que el 13 de febrero de 1812 Manuel Belgrano -mediante una nota- solicitó al Triunvirato que se fije el uso de la escarapela nacional. Manuel Belgrano se fundaba en que los cuerpos del ejército usaban escarapelas de distintos colores y que era necesario uniformarlos a todos, puesto que defendían la misma causa. El 18 de febrero de ese año, el Gobierno resolvió reconocer la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata con los colores blanco y azul celeste.
“Entusiasmado con la medida, Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores y la hizo jurar el 27 de febrero. Ese mismo día, el Triunvirato ordenó a Belgrano hacerse cargo del Ejército del Norte, desmoralizado después de la derrota de Huaqui. El general emprendió la marcha al norte de inmediato y, por esta razón, no se enteró del rotundo rechazo del gobierno a la nueva bandera”. (Fuente: Historia Visual de la Argentina, Clarín, Capítulo 21, “La Revolución y el Alto Perú (I)”, ‘Belgrano crea la Bandera’).
Ese 27 de febrero de 1812 Belgrano inauguró las baterías Libertad e Independencia e informó al Gobierno: “Siendo preciso enarbolar la bandera, y no teniéndola, la mandé hacer celeste y blanca, conforme a los colores de la escarapela nacional…”
Los colores nacionales se usaron en la Argentina desde 1811, en la escarapela famosa erróneamente atribuida a la distribución de French y Beruti del año anterior. Provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (rey ausente de España). La escarapela blanca y celeste ya había sido utilizada por Pueyrredón y otros camaradas durante las Invasiones Inglesas.