El Rosedal se inauguró el 24 de noviembre de 1914, cambiando el sitio donde había funcionado anteriormente la Exposición Industrial del Centenario.
El mejoramiento de la zona que sirviera de marco para formación de este Paseo estuvo a cargo del arquitecto paisajista Carlos Thays .
Podemos leer en las Memorias de la Ciudad del año 1912, la reseña de los trabajos que se ejecutaron una vez finalizada la Exposición Industrial del Centenario, y que fueron las obras que antecedieron la formación del Paseo del Rosedal.
Dentro del parque 3 de Febrero, en Palermo, se encuentra el Rosedal, con una colección de más de 18.000 rosas y un lago que lo rodea. También cuenta con un anfiteatro, un patio andaluz y el Jardín de los Poetas, con los bustos de distintos poetas y escritores célebres como Alfonsina Storni, Dante Alighieri, William Shakespeare, entre otros. Todos los fines de semana, se realizan visitas guiadas en bici, animate!
Un centenario
En 2014, el Rosedal de Palermo festejó su centenario (1914-2014) y fue reconocido con el premio internacional “Garden Excellence Award” (Jardín de excelencia). Este premio es otorgado anualmente por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas (WFRS, son sus siglas en inglés).
El Rosedal.
En realidad éstos, al igual que su nombre, fueron dados por el tiempo y la historia, ya que en su origen sólo podemos observar que la intención de quienes se hicieron cargo de la tarea residió en el embellecimiento de un sector del Parque Tres de Febrero con canteros de flores.
El éxito de dicha tarea sumada a la asidua concurrencia de visitantes en el lugar, hizo que el mismo adquiriera el privilegio que le valió conocerlo con un nombre propio: El Rosedal o Rosaleda .
Una breve reseña histórica nos permitirá tener una idea general de los antecedentes de las tierras que hoy son conocidas por El Paseo del Rosedal de Palermo.
El sector que iba desde la actual avenida Sarmiento a la calle Pampa, fue en sus principios, un bosque natural de árboles de diversas especies entre las que se reconocían espinillos, sauces y talas. El lago natural existente en el lugar, se formó con las aguas del río, que separaron a ese sector de la zona que comenzaba a urbanizarse y extenderse hacia el norte. Hasta fines del año 1925, este bosque era el lugar de preferencia de los porteños que lo eligieron para realizar la fiesta conocida como “Romería Española”.
El Rosedal de Palermo 18.000 plantas de rosas.
Al lugar se lo conoce como El Rosedal de Palermo porque allí hay unas 18.000 plantas de rosas. Pero antes de 1852 muchos también lo identificaban con ese nombre aunque no aludían a los rosales sino a los dominios de Juan Manuel de Rosas, aquel gobernador de Buenos Aires que tenía allí su residencia, esa que demolieron tras su derrocamiento. Fue en esos terrenos expropiados donde se diseñó el Parque Tres de Febrero (fecha de la batalla que decretó la caída de Rosas), tarea que estuvo a cargo del paisajista francés Carlos Thays. Y donde, 62 años más tarde, se iba a inaugurar ese sitio que ya es Patrimonio Cultural e Histórico de la Ciudad, el mismo que en los últimos días fue noticia por saber quién se iba a encargar de su mantenimiento después de que la empresa YPF volviera al Estado argentino.
La idea de que allí hubiera un jardín de rosas fue de Joaquín Samuel de Anchorena, intendente porteño entre 1910 y 1914. Y el encargado de realizarlo fue el ingeniero agrónomo Benito Carrasco, un discípulo de Thays, quien esos tiempos era el director de Parques y Paseos. Para El Rosedal se destinaron más de tres hectáreas que están entre las actuales avenidas Infanta Isabel, Iraola y Pedro Montt.
Justamente sobre la avenida Infanta Isabel está un puente de acceso al parque. Se lo conoce como el puente helénico por su arquitectura de estilo griego.
La obra de instalación de todos los rosales y el desarrollo de sus senderos se realizó entre mayo y noviembre de 1914. Y la inauguración se hizo el 24 de noviembre de ese año. En aquel momento se habían plantado casi 15.000 rosales de unas 1.200 variedades.
En el mundo, la rosa siempre tuvo una gran valoración. Es que, al margen de su fragancia y su bella forma, significó un símbolo de amor. Aquello viene de lejos. Tanto que griegos y romanos siempre identificaron a sus respectivas diosas del Amor (Afrodita para los primeros; Venus, para los segundos) con las rosas. Y dicen que en los primeros tiempos del cristianismo, muchos sostenían que los cinco pétalos que tiene una rosa silvestre eran como las cinco llagas de Cristo. También cuentan que la rosa roja fue considerada como una representación de la sangre de los mártires cristianos, aunque algunos no aceptaban esa asociación porque creían que las rosas habían estado vinculadas a ritos paganos.
Las variedades de rosas más antiguas se identifican con nombres como Damasco, Gallica, Centifolia o Alba, que tuvieron gran popularidad en los viejos jardines imperiales de Francia, Austria y otras zonas de Europa. Y muchos de esos países aún mantienen rosaledas importantes como la del Valle del Marne en Francia (creada en 1894); la rosaleda comunal de Roma, en Italia, (donde cada vecino puede plantar y mantener su propio rosal) o la del Jardín Botánico de la Universidad de Birmingham, donde hay una colección que muestra la historia de la rosa en todo el continente europeo.
Por supuesto que El Rosedal porteño figura también entre los más importantes del mundo y no sólo por sus plantas sino también por su diseño que incluye, además del bello puente de la entrada, una gran pérgola también de estilo griego, un embarcadero junto a un pequeño lago y un templete.
Para completar los atractivos del lugar se puede decir que en esa área del parque también está el Patio Andaluz, que incluye una hermosa pérgola, una glorieta y una espectacular fuente hecha con mayólicas. Ese sector fue un regalo que la ciudad española de Sevilla le hizo a Buenos Aires en 1929.
Pero esa es otra historia.
Patio de los Poetas.
Consideramos necesario tratar en un capítulo aparte, las obras de arte que son numerosas y ocupan diversos lugares del Rosedal, cuyos límites, como ya dijimos en otro punto de este trabajo, cuesta precisar, más aún teniendo en cuenta que se trata de un paseo emplazado dentro de un gran parque.
Por razones metodológicas nos ocuparemos de este tema en tres partes. Primero haremos referencia a los monumentos y obras de arte en general a fin de ocuparnos de aquellos que se hallan ubicados en distintos sectores del Rosedal; luego trataremos sobre aquellas que se encuentran emplazadas en el sector denominado Jardín de los Poetas y, por último, nos centraremos en describir lo que conforma el denominado Patio Andaluz.
“Numerosas obras completaron el Paseo original: la Pérgola, el Templete y el Puente de arquitectura helénica, (al que, actualmente le faltan los leones alados), el embarcadero, jarrones, bancos, glorietas, más la escultura “La Primavera”, obra de Drivier.”
La Escultura “La Primavera” de Drivier, estaba emplazada en la Pérgola del Lago y posteriormente fue trasladada a la Plaza Justo J. de Urquiza, a pedido del Museo Nacional de Bellas Artes.