Hacer frente a las adversidades de la vida.
¿Cómo aprender a ser resilientes hoy?
Todos sabemos que la resiliencia es la capacidad para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas y superarlas. Pero pocos conocen que la resiliencia se construye a lo largo del ciclo vital, de los aprendizajes y tipos de afrontamiento desarrollados.
En estos tiempos de pandemia estamos atravesando por nuestra propia vulnerabilidad y podemos sentir que están siendo puestas a prueba todas nuestras capacidades emocionales, cognitivas, vinculares, entre otras.
No es fácil encontrarnos cada día con el desafío de redefinir diferentes situaciones diarias, como por ejemplo el aprendizaje de la “nueva normalidad”, los cambios en nuestras rutinas, estar en aislamiento nuevamente, seguir buscando diferentes modos de conectar con las otras personas, cambios en el ámbito laboral, desarrollar una habilidad perdida a causa de la necesidad de generar un nuevo empleo, y tanto más…
Pero la buena noticia es que estamos en el momento justo para aprender a descubrir nuestro propio potencial, y esas fortalezas que solo salen a la luz en los momentos de máxima prueba. Y todo el trabajo que realizamos en favor de nuestro crecimiento y despliegue personal es de muchísima utilidad para enfrentar y afrontar nuestros retos cotidianos.
Por eso desde creemos que es muy saludable hacernos este tipo de preguntas:
*¿Para qué me sirve la resiliencia? ¿Todos/as podemos ser resilientes?
*¿Cómo usar la resiliencia en un momento tan complejo?
*¿En qué me va a servir para los tiempos futuros ser resiliente?
La resiliencia puede ser una gran aliada. Ahora bien ¿cómo podemos desarrollarla en nuestra vida en este momento? Estas son algunas acciones que pueden ser de utilidad para desarrollar la resiliencia en tu vida:
1- Generar espacios de seguridad personal. Es decir espacios para escucharnos y conectarnos con nuestras potencialidades. Fortalecer nuestra Autoestima y valor personal
2- Gestionar nuestras emociones. Es decir identificarlas para poder ponerlas en palabras.
3- Pedir ayuda de ser necesario. Buscar contención emocional con un profesional o en nuestras redes de afecto
4- Generar una mirada de posibilidad. Trabajar la flexibilidad en relación a los cambios. Buscar otras formas de ver y pensar la situación junto a sus posibles soluciones
5- Conectarnos con el sentido del humor
6 – Ser empáticos/as con nosotros/as mismos/as. Tratarnos con paciencia y cariño.
7- Aceptar la situación. Esto puede ayudarnos a transitar el momento de dificultad de la mejor manera posible
8- realizar actividades que nos ayuden a estar en el momento presente. Buscar acciones o actividades que nos sumen bienestar (ej hobbie/ leer/ hacer deportes)
9- Realizar una revisión. Recordar situaciones que vivimos anteriormente en las que salimos fortalecidos/as a pesar de la adversidad
Es importante saber que todo esto es un proceso PERSONAL y DINÁMICO en el que intervienen nuestras capacidades personales, nuestros factores de protección y los factores de riesgo, además del contexto en el que vivimos.
Ser resilientes significa que a pesar de estar vivenciando una situación de adversidad, las personas tenemos la capacidad de utilizar estos factores protectores para sobreponernos a la adversidad, crecer y desarrollarnos adecuadamente luego de ella.
Desplegar nuestra resiliencia es una manera de afrontar de forma positiva y constructiva las situaciones traumáticas o de sufrimiento que nos tocan vivir.