Situado en el porteño barrio de Palermo, el Complejo Cultural y Ambiental Jardín Japonés evoca la belleza y el colorido de la cultura japonesa y su amor por la naturaleza llevando a los visitantes a un recorrido floral y paisajístico que evoca la belleza estética de los Sueños de Kurosawa y los textos del Sakutei-ki, texto histórico del Japón del siglo XII que enseñaba a hacer el Jardín Japonés con belleza e hidalguía. La entrada a este bello centro paisajístico en plena Buenos Aires es realmente barata y la belleza del lugar y la distribución de los espacios hacen de este jardín nipón una garantía de disfrute para turistas y viajeros.
El Jardín Japonés es un espacio milenario. Sus esculturas, pérgolas y senderos están imbuidos del reflexivo y sereno espíritu oriental. Sus peces koi, como se llama en japonés a las carpas, son un símbolo de la tenacidad y la persistencia. Sus puentes, a veces curvos, otras tantas escalonados, están diseñados por historias y mensajes. Fundado por la colectividad japonesa para celebrar la visita de los entonces herederos –y hoy emperadores- Michiko y Akihito, el jardín también fue un valioso obsequio para los vecinos de la Ciudad.
En sus tres hectáreas se cuentan casi 100 especies de plantas de procedencias tanto orientales como occidentales. Entre las especies originarias de Japón están el arce palmado, que acompaña al cambio de paisaje estacional con las distintas tonalidades de sus hojas; el ginko biloba, una especie que sobrevivió a la bomba de Hiroshima y se ganó un lugar en los parques y jardines argentinos; las cañas de bambú, uno de los cinco elementos tradicionales de Japón; el kiri, usado en Asia por su madera flexible; y las azaleas, los ciruelos y los cerezos o sakuras, que tiñen la vista una vez al año con sus sutiles blancos y rosados.
Por la belleza de su flor, tal vez el sakura sea uno de los árboles más migrantes del mundo. Su adecuación a esta pampa húmeda y templada no fue traumática, pero guardó una sorpresa: aquí, los ejemplares de cerezos no florecen en primavera, como sí lo hacen en su país natal, sino en invierno. En el paisajismo japonés, la naturaleza se enhebra con la mano del hombre entregando formas definidas y cuidadas, y es gracias al cuidado de sus jardineros que todas estas especies logran prosperar en su nuevo suelo.
La colectividad japonesa también encuentra un hogar en el jardín. En su centro cultural se realizan semanalmente clases de artes marciales como karate, aikido y judo, y talleres de ikebana, origami y bonsái, tres artes que cultivan la paciencia impartidos por miembros de esta comunidad.
Para conmemorar sus bodas de oro se emplazó el Torii, un pórtico típico que conecta este mundo con uno superior y sobre el cual según la leyenda se posa el ave fénix, símbolo de inmortalidad. De esta manera, el Jardín manifiesta su voluntad de permanecer en el futuro junto a los vecinos de su ciudad adoptiva.
El horario de visita del Jardín Japonés de Argentina es de 10 a 18 y funciona todos los días, administrado por la Fundación Cultural Argentino Japonesa, y recomedamos visitar en el espacio cultural y ambiental el Restaurant de Comida Japonesa, que funciona desde las 12 horas.
El Jardín Japonés de Buenos Aires parece combinar son sabiduría el estilo de Jardín de Té con el de Jardín de Aponsento (diseñado sólo para la contemplación visual) y el Jardín de Paseo, entre el lago y las bellas flores.
Se destacan en el Complejo Cultural y Ambiental Jardín Japonés de Buenos Aires Argentina el vivero con las más hermosas flores que jamás hemos visto, el Damero, la Oficina Cultural, el Patio de las Magnolias, la Biblioteca, el campanario, un estratégico mirador, los puentes con una vista increíble y el Yatsu Bashi.
Si viaja a Argentina, un lugar para visitar y conocer en Buenos Aires, sin dudas, es su hermoso Jardín Japonés.
Elementos del jardín japonés Las rocas son los elementos base del jardín, la roca como montaña o como isla, contenidos en el vacío que representa el mar. Las más usadas son aquellas de origen volcánico, sobre todo el basalto. En ocasiones se atan las rocas con cuerda como si delimitaran el lugar que ocupan. Esta práctica proviene del jardín chino, que usa rocas mucho más plásticas y redondeadas. Las rocas japonesas, por el contrario, son escarpadas. Se escogen en función de su forma y se trasladan y colocan tal cual se encuentran en la naturaleza, evitando las manipulaciones y protegiendo las rocas de los daños que puedan sufrir durante el transporte.
Aparte de las rocas, un jardín típico japonés puede contener, de forma real o simbólica, los siguientes elementos:
– Agua – Una isla de verdad
– Un puente a la isla
– Un espacio destinado para la hora del Té, que podría ser una pérgola.
Este jardín tiene una gran abundancia de plantas, incluidas flores de estación. Además, se usan elementos vegetales como bambúes y plantas relacionadas, plantas de hoja perenne, como el pino negro japonés, y árboles de hoja caduca tales como arces que dejan desarrollarse debajo una alfombra de helechos y musgos.
Abierto todos los días de 10 a 18 h | Av. Casares 2966.
Horario del Restaurant: todos los días de 10 a 18 h. y de 19.30 a 00 h. Martes por la noche cerrado.
Entrada: $CONSULTAR
Menores de 12 años gratis (presentando DNI y acompañado de un mayor, sin excepción). Argentinos mayores de 65 años, jubilados y pensionados gratis (presentando credencial o recibo de cobro y DNI, sin excepción).
Días gratuitos: Enero 2018, para argentinos y/o residentes argentinos (presentando DNI, sin excepción): 2, 9, 20, 23 y 30
No se permite ingresar con alimentos
No está permitido hacer picnics dentro del Jardín